CARNAVAL.
Alguien me dijo que era una fecha mágica porque eran los únicos días del año en los podría ser quien quisiera. Mi disfraz favorito siempre había sido el de princesa: poderse maquillar como una chica mayor sonaba genial, y aquel vestido azul me parecía la prenda más maravillosa del mundo. Me sentía realmente importante.
Pero los años han pasado demasiado rápido y ya he dejado de soñar con ser una princesita de cuento. Esta vez mi disfraz ha sido mi máquina del tiempo personal. Una bata, dos lacitos y un chupete. Volvió la niña.
Aunque esta vez todo era diferente. No encontré charcos en los que chapotear, ni adultos dispuestos a leerme un cuento. Es una pena, la época de peluches y piruletas no quiere volver.
Por mucho que me empeñe, por muchos disfraces que me ponga, es el momento de crecer. Eso sí, cada vez que me apetece reír sin ningún motivo evidente, cada día que me levanto con ganas de cantar, cuando necesito vivir la vida olvidando todos mis problemas...cierro los ojos, sonrío y le saludo: Hola Peter Pan, te echaba de menos.
jo k monada de foto y de texto ^^ super dulce :D
ResponderEliminaraii yo tambien hecho de menos a Peter Pan... espero k lo encontremos
y las fots de mi entrada son en etxebarri en la presa :D
muamuaaaa
JUJUJUUU q linda la fotitooo!!!!:P
ResponderEliminarque lindo!! yo tambien te sigo que me ha gustado mucho tu blog! ^^
ResponderEliminarpasate por el mio que se te olvido darle al botoncito "seguir" jaja =)